Alerta: llega el virus BIG-H

La llegada del VIH supuso un cambio en las costumbres sexuales de casi toda la humanidad. El preservativo, que hasta entonces era un medio anticonceptivo de uso limitado, comenzó a ser utilizado masivamente en prevención de la posibilidad de contraer el virus.

Sin embargo, el mundo del porno ha permanecido al margen del uso del preservativo por razones comerciales. Se dice que las películas con condón no venden, que los análisis son seguros, etc.

Y tal vez lo eran, si. Pero con lo que nadie contaba era con la aparición de un nuevo virus, para el que hasta ahora no existían tests que hiciesen posible su detección. El que se ha dado en llamar virus BIG H.

Los primeros casos no han sido muy tenidos en cuenta, pero la aparición de  síntomas en alguna que otra estrella de renombre hizo  saltar las alarmas y movilizó a los responsables sanitarios ante lo que temían, pudiese convertirse en una pandemia, vista la rapidez con la que se ha manifestado.

Esos síntomas incluyen dolores fuertes de cabeza y un moderado pero progresivo y persistente aumento del perímetro craneal. De ahí su nombre  BIG-H (Big Head/Cabeza Gorda).

Paciente con síntomas moderados de BIG-H

El virus de las actrices cabezonas, detectado hace escasos meses, comenzó a extenderse a una increíble velocidad sin que nadie pudiese encontrar una causa a aquel desproporcionado aumento de la perola. Las afectadas, pidieron ayuda desesperadamente para evitar que sus fans las repudiasen, pero dado lo cómico de sus síntomas, nadie que no comprobase con sus propios ojos aquella desgracia parecía tomarlas en serio.

Los directores, que pronto fueron conscientes de que aquello podía afectar seriamente la calidad de su producto, no tuvieron más remedio que ajustar el gran angular en sus cámaras para disimular el efecto de esas prominentes cabezas que rompían absolutamente con la simetría del físico de aquellas chicas, hasta no hace mucho, normales.

"Creerán que se trata de un efecto óptico", les decían a las afectadas para consolarlas.  Pero la terrible realidad es que, al terminar los rodajes, nadie libraba a esas pobres chicas de darse con todo el frontón en el marco de las puertas.

Paciente de BIG-H en estado terminal

Los actores, espantados ante aquellos engendros, comenzaron a sufrir gatillazos. Y las pérdidas económicas, se tornaron incalculables. De tal forma, que ha sido imposible silenciar este tema por más tiempo.

El motivo de que esta información no se haya hecho pública con anterioridad es, según Sharon Mitchell, directora de Cal-OSHA, -un organismo encargado de velar por la salud de los miembros del colectivo del porno- que“Queríamos mantener a salvo la identidad de las afectadas hasta poder encontrar un remedio para esta terrible enfermedad. Lamentablemente, no ha sido posible y ya se han filtrado imágenes de algunas afectadas”

Jenna Haze, una de las famosas, víctima de esta espantosa dolencia

Imágenes que, como podeis ver, ilustran con crudeza los demoledores efectos que el virus ha tenido en chicas hasta hace poco bellas y deseables.

Sin embargo, aunque aún no se ha encontrado un remedio contra los efectos del BIG-H, sí que los estudios llevados a cabo han aportado valiosas informaciones. Del análisis del comportamiento de las afectadas, ha podido determinarse un paciente cero y una mecánica de transmisión de la enfermedad.

Al parecer, todas las actrices cuya macrocefalia se había manifestado con virulencia en los últimos meses, habían compartido escena con un actor gay (foto), que sufría en esos momentos unos síntomas similares. Y, curiosamente, todas ellas tenían en común la ingestión de esperma en grandes cantidades.

Los doctores aún están determinando la combinación de ambas variables, pero lo que parece claro es que de un modo u otro, la ingesta de esperma de personas infectadas con el BIG-H provoca el  desmesurado crecimiento craneal que observamos en las tremendas imágenes que ilustran este artículo.

Que personas que llevaban una vida absolutamente normal se hayan convertidos en verdaderos cabezabuques andantes, es algo que debería hacernos reflexionar acerca de las costumbres y hábitos sexuales en nuestro porno.

Sobre todo, si uno hace impactantes descubrimientos como este:

No Manu, tú no!!! … Joder, se me ha caído un mito!! :-(